sábado, 24 de septiembre de 2011

Tu que ves

No hay una repuesta directa a la pregunta si se trata de arte o de vandalismo respecto al graffiti. Eso se debe al hecho de que “graffiti” no es una palabra muy bien definida. Parece que la única característica indiscutida es el uso de un espray. Pero puede ser legal o ilegal, puede que el graffiti provoque o que sólo sea bonito y también puede ser que destruya algo o que no. Por eso no siempre se puede distinguir claramente entre graffiti como arte o como vandalismo. “Yo pienso que el graffiti es el lado más artístico del vandalismo o el lado más vandálico del arte…”, dice una pintora de graffitis. Es decir que, en cuanto al graffiti, no hay una frontera clara entre el arte y el vandalismo.
Por todo eso yo creo que sería más útil imaginarse un continuum entre arte y vandalismo en el que cada pieza de graffiti tiene que ser puesto en una posición diferente respecto a diferentes factores. Un factor podría ser la intención con la que se ha pintado el graffiti. Si alguien pinta para destruir algo, se trata inequívocamente de un acto de vandalismo. Sin embargo, si alguien pinta para llamar la atención de la gente sobre injusticias sociales o algo parecido, entonces, para mí, se trata más bien de arte ya que la persona usa el graffiti para expresar su opinión de una manera artística. Otro factor podría ser la plaza en la que se ha pintado la pieza. ¿Se trata de una pared de una casa privada o de una pared de un sitio público? También se puede preguntar si la pieza de graffiti es pintado de una manera artística o si sólo es un pintarrajo. Hay más factores. Lo importante es que miremos cada pieza sola y nos preguntemos si tiene más características de arte o más características de vandalismo y que no metamos todas las piezas de graffiti en el mismo saco.

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