martes, 4 de octubre de 2011

Una pregunta eterna...

¿Arte o vandalismo? Esta cuestión es un círculo vicioso. El graffiti... ¿Crea o destruye? Es cuestión del punto de vista del que queramos verlo, es como el dilema filosófico del vaso de agua por la mitad ¿está medio lleno o medio vacío?

El graffiti siempre va acompañado de su condición transgresora, extralimitada, destructiva, combativa... en realidad es éste el caracter que constituye su esencia: La ilegalidad. Bien podemos llamarlo vandalismo, pero tampoco hay que ver más allá de donde es. No es un problema tan grande y no es excusa para las cantidades de dinero desorbitadas que se emplean en su erradicación. Leandri afirmaba: “El graffiti es el grado cero de violencia, el más pequeño vandalismo posible”. Pretender aceptar el graffiti sin su esencia de ilegalidad es no entender una de sus causas básicas de producción. Nos encontramos pues ante un fenómeno simultáneo de creación y destrucción. Como dijo Norman Mailer: “Siempre hubo arte en un acto criminal”.

Por otro lado nos encontramos con el inevitable carácter artístico de este fenómeno plásticamente hablando, el hecho de la destreza, la técnica o el estilo de un escritor es algo que puede tratarse desde un punto de vista meramente pictórico, al margen de ideologías o del lugar simbólico donde esté realizado.

Esto nos lleva entonces a dividir el graffiti en dos partes: Graffiti legal (arte) y graffiti ilegal (vandalismo). Hay muchas y muy diferentes opiniones al respecto. Esto a veces genera disputas o cuando menos debates sobre como debe pintar un escritor: legal o ilegalmente. Lo que está claro es que cada uno tiene su forma de ver las cosas y sus razones que le hacen decantarse por una o por otra (gozan de especial respeto los escritores que practican ambas, es decir graffiti en muros, en trenes, bombardeo...) En todas sus vertientes. Tenemos muchos tipos de opiniones. Bando, por ejemplo, es un viejo escritor parisino que defendía así su postura frente a lo que para él era la belleza del graffiti: “Tu preguntas a alguien- ¿te gusta el cantar de los pájaros por la mañana, piensas que es hermoso?- y la persona te contestará probablemente: Sí. Y luego le preguntas -¿Y los entiendes? Y esa persona te dirá: No. Entonces tu le dices: No hace falta entender algo para considerarlo bello”. Por otro lado estas son las afirmacines de un actual escritor de trenes barcelonés: “Cuando se fundó nuestro grupo era para destrozar, bombardear y pintar trenes (...) Simplemente es jugársela por pintar (...) Entre calidad y cantidad, yo pondría destrozo (...) Si salimos hay que destrozar. Es entrar, aunque esté mal y tengamos que correr (...) Muchas veces hemos entrado y hemos dicho -venga, hasta donde nos de tiempo-. Es que pintar trenes es ansia en sí. Hay que destrozar (...) Es una guerra contra la RENFE, contra el sistema y contra todo. Es que la gente esté sentada en la estación por la mañana y flipe con el tren”. A pesar de lo contrapuestas que puedan resultar las opiniones las dos defienden la misma bandera: La del graffiti. ¿Esto a que nos lleva? A que depende del uso que se le de a las cosas sirven para una finalidad u otra. Por ejemplo un arma, sirve para utilizarse en legítima defensa o para cometer un crimen ilógico, o como el mismísimo dinero, sirve tanto para hacer obras de caridad como para efectuar negocios sucios. Son solo ejemplos que manifiestan el uso que se le puede dar a las cosas y que las cosas por sí mismas no son malas. Efectivamente, un bote de spray no es un arma y un escritor de graffiti no es ni un terrorista ni un drogadicto, en contra de lo que muchos puedan pensar.

Hasta aquí hemos dado una explicación más o menos científica con algunos testimonios personales. A continuación veremos varias opiniones de muy diversos escritores ante cuestiones comunes en las que mostrarán opiniones personales ante el fenómeno:
¿Qué prefieres, paredes o trenes?
-(Secret). Trenes. Es la adrenalina, el riesgo, es un sentimiento muy difícil de explicar... Cada vez que pasa un tren es algo que hay que mirar y punto. Es como cuando pasa una tía buena y la miras el culo.
-(Suso33). Hay gente que me gusta mucho en chapas y gente que me gusta mucho en muros, pero a pesar de haber uniones bajo la bandera del aerosol, son estilos totalmente diferentes, que no tienen que ver unos con otros, pero me gustan indistintamente.
-(Tala). No me gustan a mí las paredes, sólo me gusta hacer pompas.
¿Consideras al graffiti vandalismo?
-(El Tono). Claro que sí, si no, no es graffiti. Hacer un graffiti es imponerse a los demás en la vía pública con un proceso ilegal, es vandalismo. Luego cada uno debe medirlo.
-(Terra). Arte no es solamente, por supuesto. O sea, va implicado el vandalismo, si no, no sería graffiti. Es que una cosa te lleva a la otra.
-(Soda). No me gusta la palabra vandalismo porque los que van de vandálicos o de vándalos no lo suelen ser. Prefiero decir que el graffiti es makarreo o camorra italiana, pero sí, el graffiti es libertad, es lo que quieras hacer.
-(Lama). Yo pienso que el graffiti es el lado más artístico del vandalismo o el lado más vandálico del arte, pero no me preocupa donde se encasille o como quieran llamarlo, porque para mí es mi forma de vida y no se puede etiquetar con otra palabra que no sea graffiti.

¿Qué opinas del graffiti en galerías?
-(Moze). Deja de ser verdadero graffiti, pero sigue siendo la obra de un escritor de graffiti. El verdadero graffiti está en la calle. Pero a quien le importa eso, me encantaría ganarme la vida haciendo graffiti de galería.
-(Kaos). Es graffiti también, supongo que cuando te vas haciendo mayor y quieres dejar de buscarte lios y ganarte las lentejas pues acabas así.
-(Soda). Que cada uno haga lo que quiera, pero eso es arte de galería a spray, no lo veo ni bien ni mal, si hubiera más galerías de éstas el graffiti se difundiría más.
-(El Tono). Para mí un graffiti no tiene nada que hacer en una galería, ya no es un graffiti... Sin embargo la evolución del trabajo de un grafitero puede perfectamente ser expuesta en galerías, es una evolución lógica, algunos acaban grafistas otros artistas. Es el mejor sueño, vivir de sus pinturas.
¿Por qué pintas?
-(El Tono). Pues me atraía la idea de la fama dentro del anonimato. Es lo que mola, todo el mundo te conoce pero nadie sabe quien eres.
-(Burnt). Solo se que tengo que pintar, bombardeo hasta la bola, es una adicción, ver tus piezas: Muros, chapas o lo que sea, que se lo come todo el mundo. A veces me apetece pintar tranquilo y hago muros de relax que no se comen, pero relajan.
-(Deos). Es parte de mi vida. Me relaja y me excita a la vez... Tiene todos los ingredientes positivos de una composición: Estimula tu cerebro, tu habilidad... Creatividad, tu capacidad de superación de cara a los demás y a tí mismo... Es una pasada.
-(Kaos). Por aquella época mis aficciones eran los deportes y joder a la peña, hacer putadas... Desarrollando esa actividad encontraba un gran placer. Yo ya había visto por aquel entonces a peña pintando, pero no me llamaba la atención. Hasta que un día cualquiera mi colega Moze me llamó para bajar a hacer putadas por el barrio. Reí y me lo pasé bien y desde ese día no he dejado de hacer el cabrón con el aerosol.
-(Ice). Pintaba simplemente por lo que se siente al estar en un túnel de metro o en una cochera, no lo puedes sentir en cualquier sitio, sentir la adrenalina que te sube y todo, ver tu vagón rulando, ver lo que dice la gente al verlo... Eso es muy bonito, no se puede explicar, pero para mí es arte y se nace con ello dentro.
-(Bleck”La Rata”). Lo que verdaderamente me atraía era la idea del anonimato, firmar por todas partes y que nadie en absoluto supiera que yo era el que hacía esas pintadas (...) Era emocionante para un crío de quince años el tener una suerte de alter ego, que pintaba, que la gente reconocía y que daba que hablar. Pero no creo que nadie que ha empuñado un bote de pintura te pueda contestar facilmente a esta pregunta, son demasiadas cosas, todas muy pequeñas y que pertenecen al universo personal de cada uno. Podría ser porque amaba el sonido de la pintura al salir por el pitorro, salir por las noches, saber que todo el mundo duerme y tu estás despierto. También por la planificación de las zonas a donde irías, quizás por ser diferente, quizás por buscar una forma de escapar del sistema, por ser más original que nadie, por expresar algo que llevaba años frustrado en mi interior, por plantar cara a la ley y saltarme las normas (...) Todas estas respuestas son válidas, aun así no bastarían para delimitar algo tan indelimitable como salir con un spray y pintar ¿no? -(Tala). Por diversión... y aparte me gusta el riesgo.
-(Sha). Pinto porque me gusta, me gusta el riesgo, salir fuera,conocer gente... Todo lo que rodea al graffiti en general. También me mola hacer paredes de vez en cuando.
-(Kapi). Yo empecé en Enero de 1986 a raíz de un regalo que me hicieron. Era un libro y se llamaba "Subway Art". En ese año no había escritores como para sentirse influído. Me influyó el libro, y la pasión por el Hip Hop que teníamos mi amigo Koa y yo.

¿Qué tratas de decir con tus pintadas?
-(Soda). Me gusta poner con las pintadas mensajes con sentido y directos a quien los lee, no sé dónde he leído que el graffiti es la voz de los que no tienen voz; yo creo que por eso pinto, porque es de la única manera que alguien que ni siquiera sabe que existes se dé cuenta de que sí que existes y aunque no tengas ningún tipo de poder te expresas como los más poderosos. Me encanta hacer cosas que se supone que no se pueden hacer y vas tú y las haces, tengo muchas cosas en mente que comunicar, pinto en plan de venganza interna hacia multitud de injusticias, no sé... una especie de loco que emplea tiempo en una guerra perdida.
-(El Tono). Intento comunicarme con la gente, y aportar algo al peatón que anda en frente de mis pintadas. Los tags y las piezas son un modo de comunicacion muy cerrado, sólo lo entiende el que está iniciado, la mayoría de la gente o no ven las pintadas o se cagan en ellas. No quiero pintar cosas que molesten a la gente, quiero sacar lo máximo de los recursos de la calle, machacarla no me interesa, se satura y bloquea la comunicacion... Frente a esa saturacion, elijo lugares limpios y abandonados, sin firmas, donde mi logo pueda "respirar" y así poder ser captado mejor por los ojos. Quiero que el peaton se pregunte, no son letras, no está firmado. Se pregunta una vez, vuelve a ver el logo y se pregunta otra vez y poco a poco quiero engancharlo... También quiero educar el ojo y enseñar a la gente a observar su entorno y los que lo utilizan para comunicarse. En mis pinturas, cuenta todo el entorno el juego es un poco darle un nuevo "tono" a un viejo local abandonado y invisible a los ojos de todos...
-(Kaos). Intento producir úlceras en los estómagos de la peña (esta frase la he tomado prestada de mi brother Soda DMC Rock), ya sean ajenos o no al graffiti. Últimamente estoy intentando localizar a un médico del estómago para cobrarle comisión por llevarle tantos clientes.

Estas son algunas de las innumerables opiniones acerca de distintas cuestiones sobre el graffiti. Incluso dentro de la propia filosofía de la cultura se ven posiciones muy distintas. Incluso han llegado a crearse frases de carácter popular con las que se identifican todavía muchos escritores, algunas tan antiguas como “Just writing my name” (Sólo escribo mi nombre), “I just can’t stop!” (¡No puedo parar!), la mítica “If art like this is a crime, let god forgive me” (Si el arte es un crimen que dios me perdone). Hoy en día los escritores siguen dejando frases que exteriorizan sus pensamientos, algunas por ejemplo: “Vándalos y orgullosos”, “No hay tregua”, “Nunca nos podréis parar”, “La venganza continúa”, “Toma pintada, cabrón”, “Instruidos en las más altas disciplinas”, y un largo etcétera.
La mayoría de los escritores son artistas de gran integridad que no están en ello por dinero, razón por la que muchos de ellos se niegan a la explotación comercial de su trabajo. El ejemplo quizás más sonado fue el de Muelle, quien su soberbia le permitió el lujo de (tras haber registrado su nombre) rechazar la millonaria oferta de una fábrica de colchones a cambio de su logo. Otros en cambio aprovechan su talento para ganarse la vida decorando locales estilo graffiti o incluso cobrando por pintar su nombre con plena libertad (muy extendido esto en América y Europa).
Por último señalar el carácter efímero del graffiti ya que las piezas tienen una vida limitada (lo que tarda alguien en borrarlas o el deterioro de la pintura). Este carácter temporal es el que lleva a los escritores a perpetuarlo por medio de fotografías (todo escritor que se tercie dispone de un álbum personal con sus fotos archivadas y un “black book” con sus bocetos), lo que ha permitido, con el tiempo, la proliferación de revistas monotemáticas tanto impresas como digitales (Internet).

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